Desde CGT somos conscientes de que el desarrollo de esta reivindicación no será sencillo. Cada sector, empresa o centro de trabajo presenta realidades complejas y dispares y lograr una reducción de la jornada laboral implica recorrer un camino hasta llegar a una reducción de jornada mucho más amplia y contundente que la propuesta por el Gobierno, una reducción de jornada que nos haga recuperar nuestras vidas.
¿En qué beneficiará la reducción de jornada a los y las trabajadoras?
Más tiempo libre: para tener tiempo para dedicar a lo que realmente queremos y que nos realiza como personas, para poder poner la vida en el centro.
Mejor reparto del tiempo en las tareas de cuidados en el hogar: para avanzar hacia un reparto más equitativo entre hombres y mujeres poniendo en valor esos trabajos de cuidados tan necesarios para el mantenimiento de la vida.
Desaparición de la brecha salarial: para acercarnos a una igualdad real de condiciones laborales entre toda la clase trabajadora y para igualar las oportunidades de disfrutar de las mejoras en las condiciones de trabajo.
Aumento del salario por hora: para mejorar las condiciones de los trabajadores y trabajadoras a jornada parcial, trabajar menos para trabajar todas, pues la reducción de jornada obligará a las empresas a contratar a más trabajadores y trabajadoras reduciendo el paro y la parcialidad involuntaria, que ahora recae sobre la espalda de las mujeres (1,5 millones de mujeres trabajan a tiempo parcial de forma involuntaria).
Mejora de la salud y la seguridad laboral: para mejorar la salud física y mental de la clase trabajadora reduciendo el estrés laboral y los accidentes de trabajo.
Aumento del empleo, erradicando las horas extraordinarias.
Pero nada de esto se nos va a regalar a los trabajadores y trabajadoras. Sólo podremos lograrlo si nos organizamos uniéndonos. Y es que sólo mediante la organización y la lucha es posible aumentar los derechos y mejorar nuestras condiciones